top of page

The "D" Word

  • Writer: Rossy Marmolejos
    Rossy Marmolejos
  • Mar 8, 2019
  • 4 min read



Hola mi nombre es Rossy Marmolejos y atravesé un proceso depresivo. (Si, aunque no lo parezca por muchas razones, eta’ que ta’ aquí toda fuerte y esplendorosa fue una mariposa sin alas por un tiempo).


Recuerdo mis días universitarios, cuando compramos (en ese entonces) el DSM IV (es como si fuera un directorio de los trastornos y enfermedades mentales, sus descripciones, casos y formas de tratamiento), y empezamos a navegar éste libro tan grueso. Era mi 1er año en Psicología y ya estábamos “entrando en materia”; al leer los trastornos del estado de ánimo leí por arriba la depresión, sus síntomas, etc. Y me dije a mí misma: “¿Y cómo es que la gente cae en depresión?” En ese momento no entendía cómo alguien pudiese sentirse así y aún más por sentirse así por semanas, o meses.


La definición es:


La depresión se presenta como un conjunto de síntomas de predominio afectivo (tristeza patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida) aunque, en mayor o menor grado, también están presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo y somático, por lo que podría hablarse de una afectación global psíquica y física, haciendo especial énfasis en la esfera afectiva.


Pasé una experiencia que me traumatizó. Y sentía TODO eso que dice esa definición. Pasé de ser la Rossy sonriente y con deseos de llevarse el mundo por delante a ser otra persona. Vi como poco a poco se iban apagando mis risas, mis deseos de ser perseverante, mi motivación, hasta apagarme por completo.


Ella ya no está rota. Es más fuerte, más sabia y bella que antes...

Luego de llevar 32 horas sin dormir ni comer, reconocí que sola no iba a poder salir de dónde me encontraba. Me paré de la cama, de la cual no había salido hacía días. Me bañé (porque la higiene siempre es importante para mí), y salí, sin cita, sin mucho efectivo, salí a buscar ayuda. No me fijé que llevaba puesto ni en qué circunstancias se encontraba mi cabello, total ¿Pa’ qué?


Creo firmemente que para los que amamos a Dios, TODO nos ayuda para bien. Llegué al centro correcto, mi doctor una chulería y mi terapeuta un ángel que Dios me mandó (si, doctor = psiquiatra & terapeuta = psicóloga) donde empezó mi ruleta rusa agridulce. Si, fueron momentos MUY difíciles, donde tuve que aceptar, aprender y soltar.


Aún recuerdo la 1ra cita con mi terapeuta donde LITERALMENTE pase 50min llorando (los otros 10 era presentándonos) y así fueron las siguientes 2 sesiones hasta que los fármacos empezaron a hacer su efecto y ya lograba articular mis ideas.


Recibí apoyo de mi familia, unos pocos amigos también estuvieron ahí tooooodo el proceso. Lo cual agradezco MUCHISIMO, una persona depresiva lo que más necesita es apoyo y lo recibí de lugares que nunca imaginé.


Porque hay gente que simplemente no entiende y te dicen cosas o te abordan de una manera que JESU’ MANIFICA’ no hay un cc de sentido común. O sea, es increíble lo que la gente llega a comentarte o a decirte. Te ven y sólo piensan que “estás triste” pero por otro lado no sólo es un sentimiento de tristeza, es un imbalance orgánico, te detestas a ti mismo, sientes ansiedad, tristeza, culpa, desesperanza y sólo quieres estar aislado.


POR FAVOR, ¿Qué cosas NO decirle a una persona que atraviesa por depresión?


No le digas: ¿Te vas a pasar el día en la cama?

Mejor dile: Salgamos un rato.


No: ¡Necesitas ayuda!

Si: Quiero apoyarte. ¿Cómo te ayudo?


No ¿Cuándo vas a salir de esta?

Si: ¿Cómo te sientes hoy?


No: ¡Pero es que no hay razón para que estés así!

Si: Me preocupo por ti, te quiero.


No: Debes poner de tu parte. (¿E’ en serio? ¿Ttú crees que quiero sentirme así? en estos casos un abrazo es mejor que palabras)


Entonces, ¿Cuál es mi propósito al compartir esto con ustedes en el día de hoy? Hacer consciencia, Que si estás pasando por algo similar o alguien cercano a ti, sepas que no estás sólo. No estás sola. Que no hay nada malo en buscar ayuda, si la necesitas.


Ahora, ¿Cómo sobrepasar ésta carga tan pesada?


1. Reconocer que necesitas ayuda.

2. Intentar pararte de esa cama y BUSCAR ayuda.

No finjas estar bien sólo por complacer a otros, si tienes que llorar, llora; si no quieres salir, quédate en casa. Para quien no lo sabe, el depresivo es merecedor de un Oscar. Ustedes no se imaginan las veces que dije estar bien y estar rompiéndome a pedazos por dentro. (Y eso lo dije con sonrisa y coquetería incluida).


Pero algo si puedo decirte, este proceso no dura para siempre, el camino hacia el progreso y el bienestar no siempre es lineal pero puedes salir de dónde te encuentras. Sólo ten fé en Dios. Ten fé en ti mismo. Hazte un favor y sé feliz no con alguien o algo más sino contigo mismo.


Recuerda si alguien cercano a ti está depresivo no le restes importancia a sus sentimientos, si no lo entiendes escúchalo, ayúdalo a buscar un camino, trata de ponerte en sus zapatos.


¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas más preciadas de este proceso?


Da, pero no permite que te usen.

Ama, pero no permitas que abusen de tu corazón (y ama de manera más racional).

Confía, pero no seas ingenuo.

Escucha y da lo mejor de ti, pero nunca pierdas tu voz ni tu esencia.


Siempre hay un camino, aún al día de hoy tengo días buenos y hay días no tan buenos; lo importante es no perder nuestro Norte ¡Ánimo!


 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post

Subscribe Form

Thanks for submitting!

8298822930

©2018 by rmarmolejos. Proudly created with Wix.com

bottom of page