top of page

Patito Feo

  • Writer: Rossy Marmolejos
    Rossy Marmolejos
  • Jan 25, 2019
  • 5 min read

Hace poco fui elegida para acompañar a un grupo de adolescentes a Caño Hondo y fue una experiencia muy bonita. Compartir con estos chicos de 14-15 años me hizo darme cuenta de la diferencia de cuando yo era adolescente, a los jóvenes de hoy en día (Nos llevan años luz!).


Entre todos, pude verme reflejada en una niña (hermosa) de cabello rubio, ojos verdes pero con sobrepeso y me veía en ella porque recuerdo cuando yo actuaba así.


Crecí en un pueblo pequeño y ya saben lo que eso significa, “Pueblo chiquito, infierno grande” todo el mundo está pendiente de todo. Llevan su vida y la del vecino también.


En mi adolescencia, entendía que todos veían y/o valoraban más mi aspecto fisico que mi persona. Nunca fui considerada entre “las bonitas” del curso; aunque mis mejores amigas sí lo eran.


Para colmo en casa vivía con una latin-barbie (mi hermana) que de hecho le llaman Bella. Entonces, éramos Bella y Rossy... Sentía como si todos quisieran que fuera más como ella, más femenina, coqueta y andar más consciente de lo que llevaba puesto.


Era una niña muy consciente de mi cuerpo, mi sobrepeso, a tal grado que evitaba comer delante de otros porque nadie quiere ver “a una gorda” jartándose' (en buen dominicano).


No sólo eso, creo que puedo contar con las manos las fotos que tengo de mi época de patito feo y están bajo llave en casa donde nadie las pueda ver.


Con los constantes “relajos” en el colegio, me llegué a creer el cuento de que era gorda y fea. (Claro, no me ayudaba el hecho de estar en sobrepeso, tener frenillos, usar lentes gruesos (si, de esos tipo fondo de botella); y tener una cabellera abundante de pelo crespo).


Leyendo un libro que me fue asignado en terapia, llamado “Los Cuatro Acuerdos” hubo una parte donde pude confrontar estos sentimientos que tenía allá en una cajita guardada en el fondo de mi corazón... Había una parte que hablaba de la domesticación. Ahora… Qué rayos significa esto? la forma en que somos diseñados para ser de “X” forma. Me explico: nacemos como una hoja en blanco que va siendo llenada con los ideales de nuestros padres, costumbres familiares, reglas de la sociedad en que vivimos, lo que nos enseñan en la escuela, nuestra cultura, etc. No elegimos qué lengua hablar, ni nuestra religión ni nuestros valores morales. Como dice el autor “De niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron…”


Aquí me di cuenta de todos los “acuerdos” que había hecho conmigo y cómo llegué al “acuerdo conmigo misma de que era fea y gorda”. Me pasó algo que nunca pensé que marcaría un antes y un después en mi autoestima. Aunque siempre me relajaban en la escuela (Cuatro’ ojo’ y mil cosas mas) no le daba tanta mente a eso.


Ya cuando adolescente (tenía algunos 12 o 13 años) recuerdo que iban a reinaugurar el pequeño cine del pueblo. Y para ese entonces no usábamos Whatsapp, sino cuando uno se “enamoraba” era hablando horas por el teléfono de casa o por messenger (si, aún no había llegado el boom del My Space ni Hi5) recuerdo que hablaba con un niño de mi edad. Todos los días hablaba con ese niño lindo de ojos verdes y pelo rubio pero que no conocía a Rossy (físicamente); una persona a la que la adolescencia la había golpeado MUY fuerte jajajaja


Quedamos en juntarnos en la entrada del cine, al llegar lo veo en la puerta con unos jeans y una camisita negra (porque yo sí sabía quién era él). Recuerdo que voy acercándome y el va dando pasos hacia atrás hasta que lo perdí de vista. Nada, entramos mi hermana, sus amigas y yo; y en mi inocencia supuse que algo le pasó y se habría ido. Al día siguiente le hablo como de costumbre. Vaya sorpresa que me llevé:


Yo: “Hey, ayer no te volví a ver.”

El: “Eeee si, fue que se te quedó algo…”

Yo: “El qué?”

El: “Una funda… para taparte la cabeza


Hubo un silencio porque en realidad en ese momento no entendía, aunque sentía como que me estaban ofendiendo pero de nuevo mi inocencia e ingenuidad no estaba acostumbrada a este tipo de cosas…. Hasta que continuó diciendo:

“Tu no vez lo fea que eres? Lo gorda que eres? Tu nunca estarás con un tipo como yo, vieja”


Y colgó el teléfono. Y me borró de Messenger. Y jamás volví a saber de él...


Ya casi unos 17 años después, en el proceso de crecimiento personal en el que me encuentro, pude llegar a una de las raíces de mis tantos complejos, el porqué tantas veces me sentía fea, me sentía como el patito feo de mi familia; ahí me di cuenta el porqué de mí autoestima baja. Había hecho un acuerdo conmigo misma de que era fea, gorda y ningún “muchacho bonito” estaría con “alguien como yo” (acuerdo que por alguna razón continuaba vigente). Me había creído el cuento.


Hice un acuerdo conmigo misma de excelencia, de perfección (obviamente eso es imposible), pero aun así que empecé a castigarme. A dejar de comer, hacer horas interminables de cardio, y todas las dietas que existieran. Aprendí a poner las necesidades y expectativas de otros por encima de las mías y lo que yo quisiera. Hice un acuerdo conmigo misma que no soy “good-enough” y no encajaba con la imagen de perfección que se “esperaba de mí”


Al pasar del tiempo, aprendí que nadie en mi vida me había maltratado más que yo misma. Que mi obsesión con estar en forma, con verme bonita, sacar las mejores notas, graduarme con honores no era más por la necesidad de ser aceptada; porque hice un acuerdo que para ser aceptada debía “ser perfecta”.


Hice todo lo que humanamente estaba dentro de mis posibilidades para “ponerme linda”, para estar flaca, para agradarle a todos hasta que un día habiendo logrado mi objetivo me di cuenta que no era feliz. Y fue cuando empezó el camino hacia la auto-aceptación y la auto-valoración. Aprendí mí valor, que no soy lo que una balanza diga que peso, no soy lo que otros piensen que soy (porque, ute’ sabe’ la gente que no le guta’ el chocolate y uno sabiendo lo bueno que e’?)... Aprendí que soy Rossy y eso me hace suficiente y especial.

Me dije a misma: “Mi misma, BASTA”. Y empecé a hacer las paces conmigo. Empecé a quererme un poquito más. Empecé a ver todo lo que he logrado y a no enfocarme en todo lo que aún me falta por alcanzar. Me di cuenta que no soy un patito feo, ni gorda ni todas esas cosas feas que me dijo ese chico, soy mucho más que eso (Ay! si el me viera ahora, velda?’).


Soy una mujer hermosa, digna de ser amada, que soy imperfecta (al igual que todo el mundo); que soy la persona con la que voy a pasar el mayor tiempo de mi vida por lo que no debo demorarme en amarme un poquito más.


Resumo la intención de este artículo con la siguiente frase:


“Amor propio tiene muy poco que ver con cómo te sientes con tu físico. Se trata de aceptarte por completo”.

Si, el camino hacia una auto-estima saludable y una auto-aceptación no es corto ni lineal, tiene sus altas y bajas, pero POR FAVOR que nunca se te olvide que no hay nadie como tu, y ese es tu SUPER PODER. No le des poder a otros en tu felicidad, sé tu, sé feliz hoy.


“No soy este pelo.

No soy esta piel

Soy el alma

que vive dentro”

-Rumi




 
 
 

4 Comments


johamsantana2010
Feb 02, 2019

Muchas veces sólo vemos esas sonrisas fingidas para pretenderle ha los demas que están bien cuando estan viviendo todo un infierno por dentro... Valiente es una palabra pequeña para definirte, gracias por compartir esta parte de ti ...

Like

rossydulsura
Jan 26, 2019

Hermoso mensaje se que llegara a muchos corazones como pasó conmigo 💙💙

Like

laidydeepersonal
Jan 25, 2019

Felicidades, buen escrito y llega al alma. Creo que poder transmitir emociones en letras y hacernos sentir lo que sientes es un don y lo tienes. Dios te siga bendiciendo. Siempre te recuerdo muy lindo... ♡

Like

mgiuelepvilla
Jan 25, 2019

wow de verdad esta bien apero se que mucha gente se va a identificar con lo que escribes .

Like
Post: Blog2_Post

Subscribe Form

Thanks for submitting!

8298822930

©2018 by rmarmolejos. Proudly created with Wix.com

bottom of page