top of page

Lo que la cuarentena nos dejó

  • Writer: Rossy Marmolejos
    Rossy Marmolejos
  • May 26, 2020
  • 7 min read

Si ya sé… Técnicamente seguimos en cuarentena, pero como buenos dominicanos al fin, desde el último discurso del Presidente Medina ya nos hicimos la idea mental que la pesadilla del Covid19 terminó y que podemos seguir llevando nuestras vidas en paz como que nada ha pasado ni seguirá pasando. PERO lamento informarles que


SI, PERO NO… AÚN NO ACABA ESTO.


Hacen ya más de 60 días de días de estar en casa, con limitaciones, pánico colectivo, medidas de distanciamiento social y con interminables conversaciones sobre el Corona Virus (que para serles honesta ya estoy paga por este 2020. No quiero saber más nada, creo que sé todo lo que necesito saber sobre este “coronalío”).



Creo que podríamos dividir la cuarentena por etapas. Hemos podido ver en nuestras redes sociales como iniciamos con los interminables challenges o desafíos/retos de un sin número de cosas, después llega la ola de los Tik Tok, las interminables quejas por el fregao’, rumores de que cerraran los supermercados y la avalancha del pueblo para allá, luego la imprudencia del peregrino… Los numeritos de los infectados subiendo… Hemos visto la escasez de leche condensada y como 1 de cada 10 personas que conocemos puso un negocio de postres o insumos médicos (OJO No está mal, hay que buscárselas y de las más grandes crisis económicas es que han salido proyectos millonarios como uber. De verdad que los felicito a quienes se han lanzado en esta época de caos).


…Lo que la cuarentena dejó…


En lo personal esta cuarentena ha sido toda una montaña rusa emocional. Al principio nos montamos en un vagón con un destino incierto de altas y bajas, y curvas muy peligrosas. Y aunque el futuro es muy confuso e incierto ahora mismo quisiera dejarles el aprendizaje que me llevo de esta experiencia, esperando que pueda servirles de reflexión y puedan ustedes también hacer su listica y/o puedan ver todo este rollo desde otra perspectiva:


1. TODO, TOODO, TOOOOOODO ES TEMPORAL. Si ya lo sabía, pero todo esto fue un recordatorio de nuestra fragilidad. La vida, las sensaciones, los lugares y las emociones (buenas o malas); todo es temporal y todo pasa. La única constante es Dios.

2. ¡Ay Rosita pero que caprichosita eres! Tanto que hablo de soltar, dar banda y todo ese flow de vivir en “amor y paz” … Y ahí me estuve yo por incontables noches sin dormir, y este caco mío pensando mil cosas. He recordado TODO (cuando les digo todo es TODO); desde los 20 pesos que le presté a uno de mis amigos del cole para merendar (y nunca me los pagó -.-) hasta cuando los otros días por andar de prisa fui a comprar un palo de cortina, compré de todo en el súper (incluyendo el palo) y cuando llego a casa pude visualizar donde había dejado el palo de cortina al lado de la cajera…


Creo que ha sido una manera de tortura especial, pero también les cuento que he recordado todo aquello que me ha marcado de alguna manera hasta ahora. Y digo Rosita la caprichosita porque es increíble que en febrero del año pasado hice un post sobre el “Soltar en banda”, y lo leí varias veces y me reí de mi misma. QUE ILUSA SOY. Tenía los dedos llenos de razón cuando decía que no es un proceso fácil. No les niego, si trato de no aferrarme a las cosas y en ese aspecto he crecido bastante, pero estos días de cuarentena en los que mi cabeza anda dándole pa’tra al casete, recopilando experiencias pasadas, personas, relaciones, lugares y emociones…


Aquí me doy cuenta que, así como practico el amor propio a diario, así debo ejercitar “el soltar” a diario. Y si, por la cantidad de personas que se han acercado a mí en estos días, sé que también están dándole rewind a sus casetes, creo que estamos enfocados en lo que fue y se nos olvida que tenemos un porvenir.


Les dejo con esta afirmación que viene como anillo al dedo, fue publicada por “mi-misma” en febrero ‘19, pero hoy le agrego alguito más:


“Suelto, entrego, confío y agradezco. Hoy dejo ir todo lo que no quiere quedarse, lo que pesa, lo que ya no es, doy lugar en mi corazón para que se quede todo lo auténtico y hago espacio para todo lo hermoso que vendrá. Hago a un lado mis temores y ansiedades, hago espacio para la paz y confío en que todo estará bien”.


3. OYE, TU TA’ MEJOR DE LO QUE PIENSAS. Que realidad más grande, tanto que nos preocupamos por cosas superficialees, almacenar ropa bonita por “si algún día voy a un lugar bonito” y tan feliz que he sido en pijamas y mi ropa de gym todos estos días. Como dije hace unos días:

De las cosas que he aprendido en cuarentena es que para ser feliz no necesitamos tener tanto, ni preocuparnos tanto, ni apresurarnos tanto.

De verdad que mi mayor miedo siempre ha sido pasar mucho tiempo a solas y en verdad me ha servido para hacer las paces conmigo misma, a sentir paz, a aprender que mi mente no me controla. Me di cuenta que estoy mucho mejor de lo que pensaba, aunque dentro de mi hay una voz que me dice que lo estoy haciendo mal o que no estoy donde debería estar y me empuja a verme como algo que no soy. Soy mucho, valgo mucho, significo mucho y sumo donde quiera que voy y estoy. (Y estoy casi 100% segura que tú también)

A mis amigas, seguidoras, compañeras, tu que trabajas y debes mantener tu casa, niños y esposo feliz ME PONGO DE PIE Y TE APLAUDO. No sé en verdad cómo lo haces, pero quiero decirte que lo estás haciendo bien, aunque nadie te lo haya dicho hoy: LO ESTÁS HACIENDO BIEN. Nadie nos había preparado para esto y admiro muchísimo a todas las mamis que estos días han tenido que lidiar con TODO. Se merecen unas vacaciones, ¡Un abrazo grandote!

4. VIVIENDO PA’ MI Y MENOS PA’ LA GENTE. Siempre he tenido esa vena “rebelde”. Y creo que los pocos problemas que tuve en el cole se debieron justo a eso: siempre les cuestionaba a los profesores ¿Por qué debo hacerlo a su modo?... Este tiempo a solas me ha ayudado a reencontrarme, reevaluar lo que es importante. Por mi parte no viviré como lo hacía antes de todo esto. Algo en mi cambió, algo en mi empezó a florecer, algo en mi fue encendido…


Fui recordada de mi fragilidad como humana, así que de hoy en adelante a vivir para Dios y luego para mí. (Sorry a los que se puedan ofender con esto, ya me han dejado de seguir como 15 personas en Instagram. Aunque me quede con 10 followers, nuestra felicidad no debe depender de la cantidad de personas que nos sigan, ni de la cantidad de likes que tengan nuestras fotos, todo eso es el real disparate mi gente).

5. Instalé la mentalidad: “Todo estará bien… Mientras a hacer aquello que nos hace sentir bien”. Al inicio pensaba que iba a ser peor, choqué con la nueva realidad: acostumbrarme a estar en casa (no por voluntad propia y sin poder salir). Luego golpea una ola de emociones que, si paso el día en cama y luego cuestiono mi productividad, consumiendo internet y redes sociales a más no poder, luego castigándome por todo lo anterior; finalmente me dije: BASTA.

Ahí es cuando llega la calma, la paz… Llega “el permitirme sentir y fluir”, ya no más castigos por no ser productiva. Al igual que antes, habrán días de mucho movimiento y otros más lentos; días en los que simplemente si quiero llorar, lo hago y si deseo bailar, pongo música y también lo hago. Esta es nuestra nueva realidad y debemos empezar a vivir con ella.

¿Una de las lecciones más difíciles?

6. QUIEN QUIERE ESTAR, ESTARÁ. Si, sin esperar nada de nadie se vive mejor. Definitivamente esta cuarentena nos mostró quien si, quien no, y quien nunca estuvo. No sé si solo fue a mí, pero mi “cartera de amistades” se limpió solita.

No tomemos decisiones basadas en el miedo, no llamemos o enviemos mensajes a personas desde un lugar de soledad; si algo me ha ensenado esta cuarentena es quien es familia, quien es amigo y quien no debe estar más en tu vida. Como vi un meme: “Estamos encerrados con internet 24/7, teléfonos y/o computadoras… Si no se ha comunicado contigo es porque no quiere”. Así que, a seguir practicando “el soltar” a diario.

7. SER MAS AGRADECIDA CON LO QUE TENGO. Más de 60 días en casa, no ha faltado comida en la mesa, tengo trabajo, tengo techo, salud y mi familia. Ya con eso lo tengo todo. Es suficiente para ser feliz y estar agradecida.

Espero que compartan conmigo lo que han aprendido de esta cuarentena, que no nos pase por arriba como aquellos que andan en las calles sin mascarillas ni guantes. Esos se ven que no aprendieron nada.


Sé que el futuro es incierto y podemos llegar a sentir miedo, pero también quiero recordarte que TODO ESTARÁ BIEN, quizás no como antes, pero encontraremos un “nuevo normal”. Está en nuestro ADN adaptarnos.


Me despido con este escrito de Daniella Martí (escritora colombiana) que lo encontré y quise compartirlo con ustedes tal cual:


No me cabe duda que después de esta tormenta no seremos los mismos… Yo ya no soy la misma. Hemos perdido tanto en tan poco tiempo que me parece imposible que no haya cambiado nada en nosotros. Hay quienes no han podido decir adiós a sus seres queridos y para otros, esta realidad es una película a sus ojos. Hoy nos unen muchas cosas, entre ellas la tristeza. ¿No es triste que nos una ese sentimiento? Pero sé que también nos une la esperanza. Tenemos una llama que se resiste a apagarse. Y cuando todo esto termine, volveremos a abrazarnos y ojalá seamos mejores, y respetemos nuestra Tierra algo aprenderemos de esto. De eso estoy segura.”

 
 
 

1 Comment


dennis.glo30
Jun 12, 2020

Siempre on point! Love it.

Like
Post: Blog2_Post

Subscribe Form

Thanks for submitting!

8298822930

©2018 by rmarmolejos. Proudly created with Wix.com

bottom of page