top of page

DICIEMBRE: viernes o domingo del año?

  • Writer: Rossy Marmolejos
    Rossy Marmolejos
  • Dec 20, 2019
  • 4 min read

OH DIO’ MIO


Y en lo que se siente un abrir y cerrar de ojos ya casi termina Diciembre.... ¿E’ en serio? No sé si son cosas mías PERO… ¿Acaso el 2019 andaba a 200 km/hr?


Con la inminente llegada del 2020, solo puedo mirar hacia atrás y ver todo lo que me llevo de este 2019. Muchas enseñanzas, aventuras, miedos superados, pero, sobre todo, mucho por lo que estar agradecida.


Por motivos de VACACIONES, AKA: maestría, cuidar de mis sobrinos hermosos, todas las actividades navideñas y compromisos familiares que se aproximan, les anticipo que este post será el último del 2019.



Quisiera que hoy nos enfoquemos en lo que representa el “fin de año” … Desde que entra diciembre, veo como el 98% de las personas que conozco se les mete un espíritu de contentura; adornan sus casas con lucecitas de colores, arbolitos bien decorados, en la ciudad los tapones se hacen más y más frecuentes (e insoportables); y con la excusa de que “diciembre es el viernes del año” se inventan un can casi a diario…


Pero, por alguna razón yo no lo siento así; veo a diciembre como el domingo del año.


Vamos a imaginarnos ese escenario: Domingo por la tarde, miras tu reloj y son las 6:00pm - 7:00pm. Ahí te das cuenta que viene lunes y hay trabajo, que hay que prepararse para la semana, levantarse temprano al día siguiente, etc… Y ya, se te daña el domingo pensando en el lunes…

Así veo a diciembre, la antesala de un nuevo inicio.


Diciembre llega y con él llegan sentimientos de nostalgia, mi mente hace un inventario de todo lo que ocurrido, empiezo a sacar cuenta, hago un análisis de las metas propuestas a ver si se lograron y si no ver por qué…


En mi caso, no me siento depresiva (no me malinterpreten), sino que buscando sobre el tema me encontré que es algo real y que les pasa a muchos. El “Winter Blues” es definido por nuestros queridos gringos como ese sentimiento de tristeza profunda asociada con experimentar el frío y la oscuridad del invierno. OK si, aquí no experimentamos un cambio climático muy notorio, sólo podemos ver que el sol sale más tarde y se pone más temprano. Y si tenemos suerte, una brisita fresca. Entonces… ¿Por qué el sentimiento?



Escuchaba a la psicóloga Ana Simó y justo hablaba de la llegada de las fiestas en su programa de radio me dije “UFFF OK… No estamos locos, porque no estoy sola en esto”.

Simó animaba a sus oyentes que se deprimen en las Navidades a hacer un análisis, en buen dominicano: “darle pa’tra al casete” y ver si ocurrió alguna experiencia negativa que los haya marcado durante el año, y esa podría ser una de las tantas razones por la que se podría asociar con algo negativo…


Claro, no abundó mucho. Cada llamada era un caso diferente. Unos no disfrutaban por la ausencia de un ser querido, otros por rupturas amorosas, algunos por estar lejos de sus seres queridos y sucesivamente…


Ningún caso se aplicaba a mí en realidad así que decidí más que buscar el por qué me sentía nostálgica, centrarme en las razones por las que estar feliz con el cierre de año.


Fue demasiado oportuno una reflexión que posteó mi terapeuta, Alexandra García (les invito a seguirla en Insta, UNA DURA @agarciapsicologa) sobre el tema. Aquí voy a dejarles con unos puntos que llamaron mi atención y me hicieron pensar diferente:


Estas fechas son muy emotivas, donde se mueven muchas emociones y nos encontramos con que socialmente hay muchos compromisos, encuentros, fiestas, que desde fuera pudiera parecernos que es una época divertida, pero para algunas personas no suele ser tan fácil.


Pues es un cierre de año que, dependiendo de lo vivido, tanto en este como lo que vamos acumulando sin trabajarlo emocionalmente, puede ser muy cargado.


Es un momento propicio para hacer espacio en nuestros corazones y cerrar ciclos, tomar decisiones, darnos permiso de sentir y vivir emociones que solemos rechazar pero que al evitarlas se van haciendo más grande.


Que, así como hemos sacado tiempo para colocar decoraciones navideñas, también dediquemos un tiempo para sacar todo aquello que ya no nos funciona ni nos sirve y que hemos mantenido guardado en el corazón, ya sea por no enfrentar, por orgullo y que demos prioridad a hacer espacio para que pueda entrar lo nuevo.


Que podamos rodearnos de personas que nos contagien de paz, que desde el agradecimiento veamos los hechos transcurridos, sin juzgarnos, tomando el aprendizaje que nos corresponde y poder seguir.


Validemos nuestras emociones para poder saber qué necesitamos hacer y empezar actuar. Que la preparación de Navidad también incluya hacer limpieza profunda en nuestro corazón y darnos el permiso de sonreír, de recordar lo vivido con alegría y empezar a reconstruir desde otra perspectiva esta nueva etapa que nos disponemos a vivir.


Que iniciemos el camino hacia la vida, a empezar a vivir y no solamente continuar sobreviviendo.


Después de eso no queda mucho que agregar… Sólo queda decir: Ya se acerca Navidad, si quizás tengamos razones para estar tristes y/o sentir nostalgia, quizás las cosas no salieron como esperábamos, es muy probable que hayamos puesto una serie de metas que no logramos…


PERO vamos a tomarnos el momento de aceptar y hacer paces con lo pasado, mirar hacia mañana como una nueva oportunidad de hacer todo diferente. Ampliar nuestro círculo social, trazarnos metas realistas, aprender una vez por todas a soltar aquello que no nos deja avanzar, veámoslo como una oportunidad de empezar de nuevo. Si, sé que suena SUPER cliché todo lo que les digo… Pero si no ha funcionado como lo has estado haciendo quizás sea momento de hacer las cosas diferentes. Recuerda que nunca es tarde para hacer aquello que anhelas.



Que terminen su 2019 con un corazón agradecido y empiecen su 2020 con pilas nuevas para vivir intensamente. ¡Los quiero! Gracias por acompañarme durante este año, nos vemos pronto.

 
 
 

Comentarios


Post: Blog2_Post

Subscribe Form

Thanks for submitting!

8298822930

©2018 by rmarmolejos. Proudly created with Wix.com

bottom of page